El terapeuta de Reiki es el conducto o canal por donde circula la energía del vacío y con su intención trasmite esta vibración curativa al receptor activando así su proceso auto-sanador. El resultado final es que al circular la energía por los canales y meridianos energéticos del paciente, se equilibra la energía Qi circulando fluidamente proporcionando salud y bienestar.
Las sesiones duran entre 35 y 50 minutos y durante las mismas la persona puede tener sensaciones de calor, frío, corrientes de energía que fluye, puede ver colores, imágenes, recuerdos, sentimientos de plenitud, emoción, serenidad, paz, etc. Esto dependerá de cada persona pero siempre es un indicador de que la energía está actuando y de que lo seguirá haciendo después. Desde la primera sesión se sienten sus efectos sanadores traducidos a un estado de equilibrio y serenidad junto a una mayor energía y vitalidad. Cuando tu energía natural está equilibrada, todo queda en armonía, y te sentirás más feliz, más relajado, y con vigor. Según la persona a tratar, pueden ser necesarias más o menos sesiones pero habitual y tradicionalmente se comienza con un ciclo de cuatro lo mas seguidas posible. Incluso una sesión semanal se traduce siempre en resultados muy positivos y duraderos.